Es difícil encontrar a personas que cuando les preguntas ¿qué tal, como va? contesten: ..pues la verdad muy bien, me va fenomenal!
Esto me pasó la semana pasada cuando me encontré a una amiga y me explicó que había dado un cambio radical en su vida. No me pude contener en preguntarle: ¿Y qué haces, a que te dedicas?
Fue entonces cuando me explicó:
¨ Ya sabes que llevaba tiempo pensado qué cambios significativos debía realizar en mi vida para alcanzar la ansiada felicidad buscada por todos…o casi todos. – Me apetece encontrar un trabajo que me llene, quiero disfrutar de una existencia plena plagada de buenos momentos y rodeada de los míos…¡¡Sé que no está el horno para bollos!!- me decía.
A todo trabajo le encontraba alguna pega. Cada vez que encontraba uno me acababa llevando al punto del que yo quería huir: Incompatibilidad horaria, jefes abusadores, sueldos muy bajos, poca capacidad de crecimiento en la empresa…
Comencé a dar el giro a mi vida cuando encontré la empresa donde ahora estoy trabajando. Es una empresa austriaca con más de 19 años de experiencia y que tiene unos objetivos principales muy claros: Cuidar el planeta donde vivimos, cuidar a las personas que viven en él y trabajar sin componentes dudosos.
¡No lo pienses tanto y actúa!- me dije – ¡Y me lancé a la piscina!
Así lo hice, cinco meses después estoy encantada de estar en una empresa con responsabilidad social de verdad, donde no experimentamos con animales, adquirimos las materias primas a través del comercio justo, no contaminamos el agua, potenciamos el reciclaje a nuestros clientes, exigimos nuestra filosofía a nuestros proveedores, donde cobran lo mismo los hombres que las mujeres, te permite flexibilidad horaria….y un sinfin de ventajas más que voy descubriendo día a día.
Ahora estoy empezando a montar equipo de trabajo. Busco a gente entusiasta que sepa trabajar tanto a nivel individual como en equipo, gente que quiera aprender y transmitir y que quiera dar un cambio en su vida.”
Según el investigador americano James Prochaska, los cambios más significativos pasan por distintas fases y nos tenemos que adaptar a cada una de ellas sin pasar a la siguiente antes de lo debido. Estas son la fase preliminar de pensar en el cambio, la de pensar en el cambio, la preparación del cambio, la acción y el mantenimiento.
¿En qué fase estás tu? Decide ¿qué quieres conseguir?, ¿cuándo lo quieres iniciar?, ¿quién te puede acompañar? y ¿cómo lo quieres hacer? ¡Es el primer paso hacia el éxito!
Así que si estás interesado o conoces a alguien que podría estarlo, enviad un email a silpicas@gmail.com Os dará más detalles y quién sabe si daréis un cambio en vuestras vidas!